Precalienta el horno a 180º.

 Forra un molde de tarta de 27 cm. de diámetro (o de 25 cm. si es alto) con papel de estaño en las dos direcciones de forma que quede muy bien cubierto.

Pon en la batidora las yemas y los 2 huevos a batir al menos 10 minutos.

Tiene que doblar el volumen y cambiar de color, y al levantar el batidor no gotear.

Añade la cucharada de maizena y sigue batiendo otros 2 minutos.

Pon la masa en el molde.

Hornea durante 15 minutos.

Mientras pon al fuego los 400 gr. de azúcar con el agua, lleva a ebullición y deja hervir 5 minutos.

Saca la tarta del horno.

Pincha con un palito para brochetas toda la superficie.

Vierte encima el almíbar y deja enfriar al menos 6 horas. (Es mejor hacerlo de víspera).

Para el merengue de café pon una clara con un tercio del azúcar y empieza a batir.

Cuando esté listo añade la siguiente clara y otro tercio del azúcar. Vuelve a hacer lo mismo con el resto.

Sabrás que está listo cuando deje rastro y al subir el batidor no cae nada.

Añade el nescafé y vuelve a batir hasta incorporarlo bien.

Ponlo en una manga pastelera con boquilla rizada.

Vuelca la capuchina en la fuente, retira el papel de estaño y adorna con el merengue.