3 calabacines pequeños (alargados o redondos)

3 lonchas de jamón de york

6 lonchas de queso

30 gr. de harina

30 gr. de mantequilla

300 ml. de leche

sal y pimienta

queso rallado (parmesano, pecorino, gruyere)

Pon a cocer los calabacines partidos por la mitad en agua hirviendo con sal durante 10 minutos.

Retira con una cucharita las semillas del calabacín.

Ponles sal y pimienta y rellena con el jamón y el queso.

Pon a fuego medio la mantequilla con una gota de aceite para que no se queme.

Añade la harina y mezcla bien.

Añade la leche moviendo sin parar, añade sal, pimienta y nuez moscada.

Pon la bechamel encima de los calabacines y espolvorea con el queso.

Ponlo en el horno con el gratinador.

Sirve cuando esté dorado.